miércoles, 1 de julio de 2009

Se ha Perdido un Niño




SE HA PERDIDO UN NIÑO

¿Dónde está el niño de esa vieja imagen?
¿Dónde, sus ojos almendrados, listos?
Dos ocelos fulgentes y curiosos
hoy cobardes y ocultos en sus órbitas,
ojos que eluden el dolor humano
y la penuria.

¿Qué pasó con sus manos regordetas?
Esas manos sinceras, suaves y amarteladas,
hoy garras sarmentosas, indiferentes, rígidas,
que se aferran a bienes materiales.
¿Qué pasó con su dermis?
Dermis de terciopelo,
hoy arrugada y áspera, un escudo…
¿contra qué? o ¿contra quién?

¿Dónde está su sonrisa encantadora?
Presta sonrisa transformada en rictus,
distorsionada mueca en su espejo cansado,
cansado y triste.

¿En qué umbríos parajes olvidó su candor?

Miro, miro mi foto, mas no me reconozco;
y las lágrimas brotan de mis dedos,
melancólicas lágrimas,
lágrimas brunas
que mancillan la albura del papel
al verterse serenas, perezosas.
Pues hoy se ha muerto un niño
y ha nacido un poeta.

Antonio Pinedo (Cole) ©
08-06-09




Que no se pierda el niño...

Buscaremos a ese niño
en el cálido poeta,
pues conserva su candor
entre las mágicas letras;
¡que no exista el sufrimiento;
que prescriba la pobreza!,
pues sus dedos soñadores
y su mirada despierta
bailarán en las cuartillas
imprimiendo la riqueza,
de una vida generosa,
y la forja de experiencias.
Con sublime corazón
y un alma libre, que vuela,
hará temblar con arpegios
de poesía... muchas cuerdas.

Ángeles Conde (Phoeby) ©
10-06-09

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