
NO SOY MAGO, SOY POETA
Transito por senderos de mi barrio
y encuentro en cada esquina una tristeza;
se ven muchas personas caminando,
sin embargo la calle está desierta.
El hombre no sonríe, está apocado,
sus facciones son máscara de piedra;
la crisis nos matiza, no hay amparo:
es aire enrarecido haciendo mella.
Los favores se pagan con agravios,
la envidia y la codicia son las reinas;
la solidaridad habida antaño
es hoy encarnizada competencia.
Los jóvenes, otrora muy lozanos,
ahora son ciudades pobres, yermas;
los viejos, caracoles ermitaños
llevando su morada sucia a cuestas.
Y tú, que me preguntas si soy mago
capaz de alivianar esta miseria…
Y yo, que te respondo con desgano,
que sólo soy artífice de letras.
Antonio Pinedo (Cole) ©
20-04-09
El ser "sólo un artífice de letras" es poseer un gran don. Gracias por compartirlo!
ResponderEliminarPues ahora que lo dices, va a ser que llevas razón. Cierto aire avinagraillo sí que se puede observar, en general, en todos nos, viandantes anónimos de abarrotadas calles vacías.
ResponderEliminarLo que sí me ha sorprendido y admirado es tu magistral forma de "contarlo".
Y ¿qué tal unos cuantos golpecitos al aire con tu varita mágica de poeta exquisito?.
¡Gracias a ti Guadalupe! por detenerte en nuestras letras. De hecho, nos gusta compartirlas con los amigos y gente amable, como tú, que nos visitan en el blog.
ResponderEliminar¡Ja, ja, ja! No sé, Inés. Por más que agito la varita no llueven churupos; debe estar un poco gastada.
ResponderEliminar