Yo lloro por mi patria Venezuela,
por sus paisajes y su buena gente;
pues antaño su orgullo fue valiente
mas hoy… es sólo vicio y corruptela.
Yo sufro por mis padres: una esquela
en camposanto y esa mano anuente
que le lleva la flor; amor silente,
cuyas caricias mi conciencia anhela.
Porque soy emigrante retornado
sin raigambre, sin hoy y sin futuro,
un ser a la deriva, anquilosado.
Mi obra, pues, refleja el claroscuro
de mi alma, la urdimbre de un pasado
que despliega sus alas inseguro.
Antonio Pinedo ©
También lloro a Venezuela
pues es mi patria querida,
y la siento desvalida
como barco sin su vela,
perdió el porte de gacela,
abandonada a su suerte
hoy sufre una vida inerte;
sólo salvan su memoria
quienes vivimos la historia
y no aceptamos su muerte.
Angeles Conde ©