miércoles, 24 de junio de 2009

Labios Peregrinos



LABIOS PEREGRINOS

Hoy mis labios recorren holgazanes
los senderos de un cuerpo adormecido,
cuya piel es el único vestido
que protege sus valles y volcanes.

Con afán de aventuras, los rufianes
se descuelgan muy quedos por su oído,
y le imprimen, con fuego comedido,
la caricia amorosa de sus planes.

El andar los conduce pillabanes
al encuentro de un seno distraído,
que se enfrenta tenaz al forajido.
Sus esfuerzos, no obstante, son inanes,

pues los labios tan sólo son guardianes
de la lengua, que es ser extrovertido
y se empeña en cumplir, sin un descuido,
el papel de los clásicos donjuanes.

Al final, presumiendo de titanes,
desembarcan ansiosos en el nido
y su beso resulta bienvenido,
pues contagian al cuerpo sus afanes.

Antonio Pinedo (Cole) ©
26/01/09


Hoy tus labios recorren con premura
los senderos ocultos de mi cuerpo,
y mis manos devuelven las caricias,
prolongando el reposo sobre el lecho.

Nuestros seres conocen el lenguaje
silencioso y muy dulce de los besos,
trazados de una forma irregular
cual murmullo de grácil ronroneo.

El fervor desatado por tu lengua
enciende con gran furia los braseros;
nos envuelve la llama de erotismo,
hambrienta y atrevida, sin aliento.

Se abren para ti todas las flores
y se entregan sumisas, sin complejos,
al ofrendar sus mieles en la copa
que escancias tiernamente, entre tus dedos.

Angeles Conde (Phoeby) ©
27/01/09


LABIOS PEREGRINOS (II)

Y mis labios se obstinan en el juego
cuando sienten que el cuerpo, generoso,
se despierta y responde al beso ansioso,
de un amor que es novato y algo ciego.

Confirmando el carácter andariego
de los mismos, con gestos de goloso,
les imprimo voraz un trote brioso,
que los lleva hacia arriba sin sosiego.

Mientras suben, el cuerpo gime un ruego
que se escucha muy débil y nervioso,
a la vez que demuestra ser curioso,
pues intuye que vienen otros luego.

Al reptar por su entorno palaciego,
esgrimiendo argumento muy capcioso,
los truhanes provocan que el sinuoso
organismo, se abrace con apego.

Ya en sus labios, comienzan un trasiego
que por dulce, caliente y perezoso,
humedece a la rosa, que cual foso,
al amante se traga con su fuego.

Antonio Pinedo (Cole) ©
28/01/09


Tus labios…

Se obstinan en besar todos los poros
pues recorren las grutas y los valles;
golosos, peregrinos, y templados
van dejando su huella en mis altares;
le imprimen una dulce melodía
de gemidos, acordes crepitantes
que enardecen con brío los corceles,
e incitan a emerger los manantiales.
Allí beben con plácida locura,
tratando de saciar, infatigables,
su sed, sus inquietudes y al final,
el ansia incomprendida del amante.

Tus labios en perenne movimiento
son pasión, son hoguera, son voraces;
y cabalgan con ímpetu las olas
haciendo de mi flor, su gran baluarte.
Ya en el grato vaivén de las mareas,
se empeñan en besar los muy truhanes,
al rendirse mis pétalos ahítos
como espuma extenuada ante el embate.

Angeles Conde (Phoeby) ©
29/01/09


FIN DEL CAMINO…

Al compás de unas notas primigenias
con el ritmo cansino de timbales,
ambos cuerpos soportan los embates,
que recuerdan las olas y la arena.

La mujer se revuelve y gira, ebria
con destellos que inundan sus pasajes,
y por senos y vientre se reparten
obligando a que el cuerpo se estremezca.

Entre ella y su fuerza surge un nexo
corporal, que se ensalza en muchas coplas,
porque funde razones con el eros.

En el clímax, un río se desborda
enterrando, en el val de sus desvelos,
la semilla que un día le hará sombra.

Antonio Pinedo (Cole) ©
31/01/09


Ante tus besos sucumbo
pues todo en ti es cariño;
bajo tus alas me duermo
y busco en tu piel asilo.
Si sembraste la semilla,
haré de mi vientre un nido
para proteger el árbol
que continuará el camino;
volará sin ataduras
y será báculo e himno.

Mas volverás a mi alcoba
siendo timón y navío,
y harás surco con pasión,
con mi dulzura y tus mimos
en senderos que conoces,
con tus labios peregrinos.

Angeles Conde (Phoeby) ©
02/02/09


Cada vez que tú quieras volveré,
pues la historia feliz que has hilvanado
a partir de mis versos, en buen grado
obedece a tu arte y mi cliché.

Si yo pongo la norma o abecé,
la metáfora brilla a tu costado
y nos lleva en corcel, blanco y alado,
hasta el cielo infinito que soñé.

Tus poemas adornan esta Sala
con colores y aromas naturales,
que repartes con mucha algarabía.

Y al ceñirte en ropajes de gran gala
para aquellos, tus bailes especiales,
nos contagias a todos tu alegría.

Antonio Pinedo (Cole) ©
04/02/09

4 comentarios:

  1. Vengo a darles la bienvenida a la blogosfera y dejar constancia de mi aprecio por la elegancia de vuestra página y el alto nivel de vuestras creaciones poéticas.

    Con vuestro permiso me llevo el enlace para añadir a mis blogrolls y de esa manera poder más fácilmente acompañar vuestro recorrido por el mundo mágico de las letras.

    Con una venia os saludo, Poetas Ángeles Conde y Antonio Pinedo, queridos amigos y compañeros de ruta.

    Tania Alegria

    ResponderEliminar
  2. Muchas gracias Tania por tus amables palabras; viniendo de una excelsa escritora como tú tienen un gran valor añadido y nos da fuerzas para seguir adelante en este proyecto de nuestro pequeño blog, siempre de tu mano, atendiendo a tus preciados consejos. Es un enorme placer para nosotros poder acompañarte en el mundo de la Literatura, en el cual ya tienes un lugar especial, con tu nombre y apellido, y en el cual esperamos entrar algún día, siempre de tu mano, siempre siguiendo tu estela.

    Un abrazo cariñoso,

    Antonio y Ángeles

    ResponderEliminar
  3. Phoeby y Cole,os lo tengo que decir, haceis una poesía preciosa,culta y fluída y cada día me alegro más de haber accedido al foro del sauce gracias a Julieta.Desde aquí mi solidaridad para Venezuela,un hermoso país que acabará destrozando Chávez,si diós no lo remedia,qué pena.un abrazo a los dos.Gonzalo.

    ResponderEliminar
  4. Gracias por tus palabras. Un abrazo para ti también. Cole.

    ResponderEliminar